Uno de los problemas que enfrentamos a nivel mundial es el cambio climático, con múltiples expresiones que van desde sequías a inundaciones extremas, de calentamiento global a fríos polares, u otros tipos de desastres naturales
El Papa Francisco en su Encíclica “Laudato Si” (2015) plantea que el cambio climático es un desafío que tiene dimensiones ambientales, sociales, económicas y políticas. El Papa solicita en nombre de la humanidad soluciones planificadas a largo plazo que permitan cuidar de la casa común.
Los formoseños, no escapamos a esta situación climática mundial. En este tiempo estamos atravesando una sequía sin precedentes que afecta tanto la actividad agropecuaria como la vida cotidiana de las personas y que excede cualquier tipo de pronóstico.
Ante la sequía que sufrimos, en especial las comunidades del centro oeste, un referente eclesiástico de la zona hizo un llamamiento a contribuir con botellas de agua, sabiendo que esto contribuiría poco y nada a solucionar el problema, pero instalaría una sensación de preocupación.
No es la primera vez que este referente actúa de esa manera. Se ha pronunciado sistemáticamente contra todo lo que institucionalmente se realiza. En las comunidades donde estuvo terminó sembrando la desconfianza y el enfrentamiento.
Esta actitud no es por falta de entendimiento, sino por mala intención. Cree que es el único iluminado que se da cuenta de la situación y el único capaz de hacer algo por el pueblo. Esto no se espera de su investidura.
Este llamado movilizó a algunas personas, que, desde su preocupación, como gesto de solidaridad sehicieron presente con su contribución desconociendo el trasfondo. Estas acciones no dejan de ser puntuales y aisladas, dista mucho de ser a largo plazo y definitivas, tal como lo solicitaba el Papa Francisco.
Más aún en este período político electoral, algunos se montaron en este gesto y lo utilizaronpara instalarse políticamente en conveniencia con el referente religioso.
Hay que traer a la memoria, que el gobierno provincial viene desarrollando desde hace años de forma estratégica y planificada el aprovechamiento de los recursos hídricos.
Por ejemplo, cuánto transformó la vida de las comunidades del centro oeste con obras que posibilitaron el ingreso del agua al Bañado La Estrella, y su distribución a las comunidades.Hoy el crecimiento y el desarrollo de la zona da la razón a la decisión política asumida desde el Gobierno.
También, hace falta recordar otro proyecto de los formoseños como el acueducto que llevará agua a las localidades desde la ciudad de Formosa hasta Ingeniero Juárez, y que tuvo el voto negativo de algunos legisladores que dicen defendernos. Esta obra no solo mejorará la calidad de vida de las comunidades sino también transformará su matriz productiva.
Muchos se pronunciaron en contra de estas obras persiguiendo sus intereses políticos mezquinos, en el presente lo siguen haciendo camuflados desde distintos roles sociales y religiosos.
Para afrontar esta situación de sequía, no alcanza con posturas mesiánicas, declamar mensajes derroteros, tener buenas intenciones, mucho menos treparse de la solidaridad ajena, hace falta seguir fortaleciendo la política y la gestión de Gobierno con equidad territorial y soluciones planificadas, tal cual se viene haciendo.
El pueblo formoseño sabe sortear las dificultades con esperanza y unidad, sabe diferenciar a los que están comprometidos con su vida de quienes solo buscan réditos particulares.
El Gobierno siempre está presente y actúa en lo coyuntural, pero planifica y ejecuta con perspectiva de futuro. Hay que seguir consolidando un modelo de provincia que sostenga en el tiempo las obras que necesitamos para seguir creciendo.
