El niño argentino de 11 años, que en 2024 logró la plusmarca en precocidad del título de maestro internacional, regresará junto con sus padres y continuará su carrera desde el país tras un año de residencia en España
Faustino Oro, junto con sus padres Romina y Alejandro, volverán a vivir al país tras un año en España (Foto: EFE/Manuel Lorenzo)
Después de intensos once meses, cargados de anécdotas, a veces alegres y otras frustrantes, que giraron en torno al prisma blanco y negro del ajedrez, el pequeño Faustino Oro, de 11 años, junto a sus padres, Alejandro y Romina decidieron poner fin a la odisea de una vida nómada y a más de 10 mil kilómetros de sus afectos y casa. Hoy, a las 17.55 en el vuelo 2603 de Iberia, llegarán al país y reiniciarán la nueva vida desde la antigua morada en el barrio porteño de San Cristóbal.
Fausti, Chessi o el Messi del ajedrez como lo bautizó la prensa europea continuará con el mecenazgo por parte de Daniel Rabonovich y de un grupo de amigos del empresario, y seguirá su carrera desde Argentina viajando hacia los principales torneos del mundo. En lo inmediato, el niño jugará desde el 25 de este mes la final del 99° Campeonato Argentino Superior de Ajedrez, que se llevará a cabo en la Jefatura del gobierno porteño (Uspallata 3150), y en los salones del Club Argentino (Paraguay 1858) y el Círculo Torre Blanca (Sánchez de Bustamante 587), respectivamente. Luego, en la última semana de diciembre, viajará a Nueva York donde disputará, entre el 26 y 31 de ese mes, junto a las mejores figuras de esta actividad, los campeonatos mundiales de blitz (partidas a 3 minutos) y rápido (a 15 minutos). Por último, en enero regresará a Europa para participar en uno de los certámenes de Tata Steel, en Holanda.
Hace once meses, el 5 de diciembre de 2023, Romina y Alejandro Oro decidieron acompañar el sueño de su único hijo, el pequeño Fausti que descollaba en el ajedrez argentino, causando sorpresas entre expertos y entendidos por la profunda comprensión del juego pese a que solo llevaba tres años en el manejo de las piezas. Lo había descubierto en tiempos de pandemia. Por eso, sus padres tomaron la decisión de renunciar a sus trabajos y brindarle a Faustino la posibilidad de enfrentarse a mejores rivales y en un país (España) que tiene el más alto número como organizador de competencias ajedrecísticas. Los grandes maestros de todas partes del mundo viajan a diario a España para jugar innumerables torneos que se disputan en distintas ciudades de esa tierra. Sin apoyos, ni auspicios, la familia Oro viajó con sus ahorros intentando sostenerse y acompañar a Faustino en su sueño infantil: ser campeón mundial.
En diciembre de 2023, Faustino con 10 años tenía un Elo (sistema de puntuación en el ajedrez) de 2357 puntos y el título de maestro FIDE, el primer peldaño de una escalera para llegar al máximo galardón: ser gran maestro (una especie de cinturón negro entre los judocas). En su mochila de viaje, Faustino, hincha del Club Vélez Sársfield, además contaba con el 5° grado aprobado en la escuela San José de Calasanz y una norma de maestro internacional, pero para abrazarse al título necesitaba otras dos normas o performances. En el exterior sus chances de ganarlas serían más inmediatas que las de seguir en Argentina y, además, con la posibilidad de hacerlas en tiempo récord y batir la plusmarca que por entonces estaba en poder desde 2019, de un niño norteamericano (de padres indios) Abhimanyu Mishra, que la logró con 10 años, 9 meses y 3 días.
FUENTE: infobae