Tanteando caminos nuevos, para desandar otros

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En el marco del Día Mundial del Libro, que se celebró el pasado viernes 23 de abril, La Otra Pagina Noticias dialogó con el profesor Federico Arzamendia acerca de su libro «Tanteando Caminos…», una reflexión pedagógica dirigida, especialmente, a docentes de la Educación Permanente de Jóvenes y Adultos.

Nacido y criado en la localidad de Loma Senés, desde muy chico aprendió a «tantear» para caminar por montes y llanos de esta región chaqueña; esquivando peligros, buscando y abriendo picadas, en su andar por la vida. Recién a los 20 años pudo cursar sus estudios secundarios,  ingresando al antiguo CENS – hoy CESEP – 55 de la Ciudad de Formosa, de donde egresó años más tarde. Desde entonces ha comenzado a recorrer los ámbitos académicos, llegando a obtener el Título de Grado de  Profesor en Historia y de Posgrado como Especialista en Didáctica y Curriculum. Asimismo, es en la actualidad, Maestrando – en etapa de Tesis Final – en la Universidad Nacional de Rosario. Se desempeña como Investigador y Catedrático en la UNaF; sin embargo, es la Educación Permanente de Jóvenes y Adultos, la modalidad a la que mayor tiempo dedicó su vida profesional; llegando, actualmente a desempeñarse en el Equipo Técnico-académico del Departamento de Educación Permanente, del Ministerio de Cultura y Educación de Formosa.

"No me considero un escritor, en el sentido estricto del término. Más bien, soy alguien que escribe, apasionadamente, porque su trabajo y su compromiso profesional así lo requieren. Algunos me dicen que lo hago muy bien y otros dirán otra cosa. Pero, yo creo en lo que escribo. Y por eso, aun siendo consciente de lo señalado anteriormente, me animo a publicar algunas ideas que voy construyendo o produciendo en la experiencia cotidiana del quehacer docente o en mis investigaciones…en fin, son las cosas que voy poniendo en papel para compartir con los colegas", reflexionó.

El autor sostuvo que su obra es un «tantear» en el campo de la educación de jóvenes y adultos, como una invitación a desandar ciertas «picadas» recorridas y a abrir otras nuevas, para avanzar hacia la educación que todos anhelamos. Tanteando Caminos no  pretende ser «la verdad revelada» en la temática o un imperativo.

En un tramo de la entrevista, el Profesor Arzamendia sostuvo que, «La Educación de Jóvenes y Adultos trae consigo, desde sus orígenes, lo que, en el libro yo llamo «el pecado original» de la modalidad y; que tiene que ver con que, toda la dinámica, las prácticas, la pedagogía pensada y desarrollada para la educación de niños, se trasladó a la educación de adultos. A un sujeto, o una población totalmente diferente. Por lo tanto, se infantilizó a ese sujeto adulto; impidiendo de ese modo, el desarrollo de una educación crítica, problematizadora, liberadora, emancipadora…, acorde a las necesidades de estas personas que ya tienen una historia de vida, que son ciudadanos activos, comprometidos con su comunidad, con organizaciones sociales, deportivas; muchos de ellos trabajadores, con familia constituidas, entre otras características. Y «Tanteando caminos», pone en cuestión estos aspectos de la Educación Permanente y plantea algunas alternativas como propuestas superadoras de esta situación, como aporte para la reflexión colectiva».

Al mismo tiempo, Arzamendia señaló que, es imperioso que, en todos los actores de la modalidad, se haga carne los principios de la Educación Popular, que se va construyendo como una epistemología diferente a la eurocéntrica y colonizadora educación moderna; centrada en la mera memorización y  en la búsqueda de la homogeneización  de los sujetos diversos.

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Un dato que va en el sentido de lo que planteo en el libro, está relacionado con que todos los docentes de la modalidad, se han formado para la educación de niños y adolescentes, lo cual en cierta forma nos exime de algunas responsabilidades en nuestro quehacer en la EPJA. Pero, desde el punto de vista de la ética profesional, ya no hay excusa válida para seguir en lo mismo. Existen bibliografías a montones,  existen cursos gratuitos, que se ofrecen en la actualidad y son herramientas para ir buscando o construyendo nuevas prácticas en la educación permanente.

Consultado respecto a cómo deben proceder las profesoras y profesores que quieran iniciar en esta vocación, sugirió: «les diría que «tanteen» sin temor. Yo ingresé tanteando la educación como campo de trabajo y me enamoré. Me inicié en la docencia en esta modalidad. Pero, previamente, pasé por otras actividades laborales, algunos me dieron mucha satisfacción, un buen pasar económico; otros no tanto, pero esta profesión me llenó de satisfacciones y dejé todo por ella. Hay colegas que me dicen, «¿por qué no te jubilas y te dedicás a otra cosa»? Y entonces yo les respondo: ¿para qué, si haciendo esto soy, enormemente, feliz? Porque, en verdad, me siento pleno. Por eso animo a los jóvenes docentes, que tienen la posibilidad de ingresar a esta modalidad, a que no la desaprovechen. No quisiera decir “cómo deben proceder” en términos de receta; pero, les diría que pongan el esfuerzo en reconocer al sujeto adulto y; que pongan el foco de su quehacer educativo en el análisis crítico de la realidad del contexto, ya que, como nos enseñara Paulo Freire, la lectura del mundo precede a la lectura de la palabra”, concluyó nuestro entrevistado.-

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