Es argentino y con su lámpara que funciona con agua ganó la medalla de oro en el mundial de inventores

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Germán Nagahama recibió el premio mayor del campeonato internacional que se realiza en Ginebra todos los años, donde los mejores inventores del mundo presentan sus proyectos ante un exigente jurado.

El argentino Germán Nagahama fue notificado hace unos días de que había logrado el primer puesto del Mundial de Inventores gracias a su invento, el cual desarrolló de manera integral, el cual consiste en una lámpara led que funciona con agua.

El oriundo de Wilde es un gran emprendedor y entusiasta a quien la electrónica y la computación le fascina, por lo que decidió comenzar con este invento que, en tiempo donde la energía escasea, resulta muy necesario.

La competencia que se realiza en Suiza se denomina Salon International des Inventions de Geneva y se realiza todos los años. Esta temporada, por el rebrote de coronavirus se debió realizar de manera virtual, aunque el inventor argentino ya estaba listo y preparado para viajar si así lo requería la organización.

Para tener un idea de los parámetros de desarrollo tecnológico que maneja la competencia, hay que conocer los demás países que participaron. Por ejemplo, China presentó un control inteligente de puertas, Vietnam mostró una herramienta de detención de emergencia para escaleras mecánicas, Egipto desarrolló un conjunto de robots para misiones de rescate, entre otros.

Conclusión entrevistó al inventor y diseñador argentino que se alzó con su medalla de oro, y le preguntó sobre el proceso creativo y cómo lo pudo llevar a cabo. «El proyecto lleva muchos años. Es un proyecto que fui desarrollando y mejorando con el tiempo. Yo lo había presentado en la feria Innovar en 2018 acá en la Argentina. Algo más rudimentario que lo que presenté ahora. Yo sabía que tenía un buen invento, que estaba bueno, pero necesitaba difusión, necesitaba hacerlo conocer de alguna manera, así que me fui anotando, por ejemplo a un concurso de Toyota que me anoté pero no clasifiqué», dijo el inventor.

Nagahara continuó: «Todo esto esperando el año para que com.ience Geneva que es la feria de inventos más grande del mundo, porque allá está la OMPI la organización que nuclea todas las patentes del mundo y ellos hacen una exposición anual. Yo el año pasado no lo consideraba lo suficientemente maduro para presentarlo«.

No es fácil que el jurado en cuenta todos los inventos presentados por los participantes. Hay parámetros y criterios a tener en cuenta. «Hay muchos detalles que hacen que algo sea solamente una buena idea o que esta buena idea sea utilizable. Entonces había cosas, como la aislación de la parte electrónica, como el interruptor y algunos detalles que hacían que el invento no cierre como conjunto», explico el argentino ganador.

A diferencia de otros años, en esta oportunidad el campeonato se hizo de manera remota por lo que no fue necesario que Nagahara viaje hasta Suiza. «Yo ya tenía la patente argentina presentada, ya tenía el PCT que es como la preferencia internacional para patentar en otro lugar del mundo, esos papeles son un respaldo importante cuando uno presenta el proyecto, una referencia escrita explicando el proyecto y un video. Más o menos 20 días después me llama el jurado por zoom para hacer consulta sobre el invento para sacarse las dudas que tenían y más o menos una semana después se presentaron los resultados», explicó.

Para entender el mérito de esta competencia hay que observar las otras ternas, los otros países que participan. Al respecto, el medallista dorado expresó que «uno ve la terna y ve contra quien estás participando y veía inventos de Irak, de Alemania o de China, y la verdad que con una mención o el hecho de haber sido ternado es un buen paso, entonces el haber estado seleccionado para participar estaba súper contento. Después cuando me dieron los resultados no lo podía creer».

El fanático de la electrónica agregó: «Me llama Eduardo Fernández del Foro de Inventores, a través de ellos hice todas las gestiones y me dice que bueno Germán hiciste podio, y yo dije que bárbaro, pero cuando me manda el mail y veo que era la medalla de oro no lo podía creer. Fue maravilloso».

El inventor, al hablar de su proyecto, mencionó que él «sabía que estaba compitiendo con algo bueno, pero hay un montón de factores alrededor que, la verdad, hacen que se sume y hayamos podido llegar a este resultado que es maravilloso».

NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO

Para Nagahara no fue sencillo llegar al culminar su invento desde un principio: «De entrada fue frustrante. Primero empecé a estudiar toda la parte química de cómo lograr una celda de energía que no sea contaminante. Tengo una casa de electrónica así que busque objetos de linternas que no funcionan, compre una barra de termotanque para usar el magnesio con el que está hecho, unos alambres de cobre y, si la teoría funcionaba, eso tendría que andar. Lo probé y anduvo. Cuando encendió el lead dije esto funciona«.

Lo que tuvo en cuenta el competidor fueron otros artefactos similares. Al respecto explicó que se acercó » al INPI que es el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial, e hicieron una evaluación de fondo para evaluar si en el mundo había un invento similar a este, y si había. Entonces al enterarme que había comencé a googlear y a tratar de conseguir unas lámparas especiales, que se las pedí a un amigo que estaba en Japón que se llama Cesar Caiafa. Ahí empecé a anotar en una lista todo lo que yo veía como inconveniente de cosas a mejorar. Me propuse que mi proyecto sea por lo menos mejor que este que me mandaron. Comencé a notar que los inventos parecidos, por ejemplo, utilizaban agua salada, entonces dije tengo que evitar que las personas que lo usen no tengan que agregarle sal. También se me ocurrió usar un paño y humedecerlo y que el agua no esté suelta, así la lámpara se podía manipular. Fue ítems por ítems mejorándolo hasta que quedé conforme».

El ganador del mundial de inventores, no se conforma con este premio. Para él es una «satisfacción de haber dado un paso más. Para mí no es para nada el objetivo. Esto es como querer escalar el Everest y te encontraste con un precipicio y lo pudiste pasar, o sea, obvio que es un obstáculo que si no lo hubieses pasado hubieras agarrado otro camino. Ganar la medalla de oro no es para nada el proyecto en general en sí, para nada. Este premio le da una nueva energía al proyecto para poder salir en otras condiciones y que el producto se convierta en una realidad«.

«La suerte la tengo como una oportunidad tomada. Hay un contexto alrededor que favoreció. Se fueron dando las condiciones para este premio. La energía tomó otro lugar en este momento. Yo creo que la suerte es una oportunidad aprovechada. La suerte sin trabajo no se da«, concluyó el campeón del mundo.

FUENTE: https://minutosantafe.ar

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